Capítulo 292. Visita a la fábrica; Gu Yun está celoso
ESE DÍA, SHEN RUO siguió a Qiu ge’er para ver la fábrica de tejidos de ratán recién construida en el pueblo. Situada en un terreno a las afueras del pueblo Shen, se ha construido una casa de madera, las ventanas y todos los objetos del interior están hechos de madera, bambú y lianas. Comparada con una casa de barro, es más ligera y fácil de construir, pero estos materiales se enmohecen y pudren con facilidad cuando entran en contacto con el agua, por lo que necesitan un mantenimiento adecuado.
En la ciudad de Chushui llueve más en primavera y verano, por lo que no es difícil construir una casa de madera ahora para usarla durante estas dos estaciones.
Shen Ruo no pudo dejar de asentir, al abrir una fábrica es importante ahorrar costos.
Qiu ge’er guio a Shen Ruo para que echara un vistazo y le presentó el lugar. Luego, abrió la puerta y dijo:
—Aquí está el almacén del taller, la tía Zhou vino a ayudarme y aprendí a organizar las cosas. Los estantes que diseñaste me son muy útiles, mi esposo tiene muchas cosas desordenadas, así que usamos uno para nuestras cosas, solo basta con ordenar y cubrirlo con una cortina para que no se vea.
Qiu ge’er no pudo evitar presumir su estante, debido a que era la primera vez que veía algo así y estaba muy feliz de que este se podía quitar, ajustar de tamaño, añadir más estantes, etc. Es una idea maravillosa.
Shen Ruo sonrió, vio que dentro se exhibían no menos de diez tipos de artículos de ratán, estaba muy familiarizado con estos y cada vez que Qiu ge’er hacía algo nuevo, lo llevaba a su casa para regalárselo, así que se puede considerar como el primer «cliente» de la fábrica de ratán.
—¿Los has barnizado con aceite de tung? Aunque una casa de madera es conveniente, es propensa a incendiarse, así que necesitas a alguien que vigile el lugar. También estaría bien usar anticorrosivos y anti hongos, para deshumidificar puedes usar cal.
—Lo tendré en cuenta, maestro... gracias por sus consejos —dijo Qiu ge’er.
El rostro de Qiu ge’er estaba lleno de sonrisas, fue gracias al consejo de su maestro que abrió una fábrica de tejidos de ratán; su esposo, su suegra e integrantes de su familia lo elogiaron por sus apropiados preparativos, de hecho, fue su maestro quien le dio muchas ideas y el añadió algunas de sus propias ideas al hacer lo que su maestro le decía, a veces esas ideas no eran buenas, pero a veces eran muy buenas y podían ser la guinda del pastel, por tanto, todo se organizó de forma ordenada y se llevó a cabo con éxito y sin mayores problemas.
¡También recibió muchos pedidos en su segundo día!
Qiu ge’er llevó a su maestro a terminar el recorrido, luego se sentó frente a una mesa de madera, donde ya se había preparado agua azucarada de antemano.
—Maestro, venga a beber un poco de agua para humedecer su garganta.
—Me preocupé mucho cuando me enteré de lo que había pasado en el pueblo, pero afortunadamente está bien. La tía Zhou me dijo que estabas ocupado y que ibas a ir al pueblo Liu, así que no me atreví a molestarlo. Ahora tengo que pedirle que me ayude y me oriente.
Shen Ruo aún no se acostumbra a su título de maestro, pero como ya lo ha reconocido como discípulo, entonces le enseñará, pero también se siente más comprometido porque debe cargar con el peso del respeto de este joven que lo llama «maestro».
Además, Qiu ge’er estuvo influenciado por lo que hizo Shen Ruo desde el inicio, y fue gracias a la guía de Shen Ruo que se animó a abrir su propio negocio para ganar dinero. Al principio no estaba familiarizado con Shen Ruo y lo único que sabía sobre él era a base de rumores, por ello pensaba que era un ge’er de buena apariencia pero mal carácter, pero después de conocerlo, todo lo que hacía le hacía admirarlo.
Después de pasar algún tiempo juntos, sintió un respeto más profundo por Shen Ruo.
Su maestro no solo hizo dinero con su sabiduría y habilidades, sino que también ayudó a los pueblerinos a enriquecerse juntos, también era muy correcto y con principios en su manera de hacer las cosas, porque mientras tenga un objetivo, trabajará duro para conseguirlo. Qiu ge’er pensó: «¡Una persona así tendrá éxito sin importar lo que haga».
Hasta ahora, admiraba sinceramente a Shen Ruo y estaba extremadamente agradecido de poder adorarlo como su maestro, y no podía dejar de preocuparse por él. No todos pueden salir de una situación tan peligrosa.
Los familiares de Chuntao ahora tienen miedo de salir del pueblo, solo el esposo de Chuntao es lo suficientemente desvergonzado como para querer que Ruo ge’er compre los productos de imitación fabricados por su familia.
Shen Ruo tomó el cuenco, sonrió y negó con la cabeza.
—No es para tanto, también quiero ver qué puedes hacer con esta fábrica de tejidos de ratán. Al principio estaba un poco preocupado, pero ahora después de haberlo visto, me doy cuenta de que mis preocupaciones son completamente innecesarias.
Qiu ge’er de repente sonrió con alegría.
—Es porque mi maestro me enseñó bien, también me han explicado cómo funciona un taller de tejidos así que, si no puedo hacerlo bien, ¿no será demasiado vergonzoso? De hecho, he estado cometiendo un montón de errores estos días, pero creo que hay cosas tanto buenas como malas y he estado probando para saber qué funciona, qué no funciona y qué debo arreglar.
Shen Ruo asintió satisfecho.
Qui ge’er es una persona creativa y su talento no es inferior al de otros. Aquellos que son ingeniosos y pueden pensar en poner un puesto para vender, también son los primeros en hacerlo, porque tienen la ambición y el ingenio para ganar dinero, mientras que los que no son tan visionarios, simplemente siguen la tendencia.
Hablaron mucho sobre la fábrica de tejidos de ratán hasta que cayó el anochecer y Liu Lanxiang vino a buscarlo.
Solo entonces Qui ge’er se dio cuenta de la hora: es hora de cenar. La persona que vino es la suegra de su maestro, por lo que no quiso demorarlo más.
—Maestro, muchas gracias por venir, disculpe las molestias. Por favor, regrese pronto. —Qiu ge’er se puso de pie, sintiéndose un poco reacio, y dijo—: Maestro, si tiene tiempo otro día, ¿podrías hablar más?
Shen Ruo asintió.
—Por supuesto.
Qui ge’er se sorprendió pero mostró una sonrisa sincera, él y Shen Ruo hablaron mucho tiempo y ni siquiera habían terminado, su mente albergaba tantas ideas que quería contarle y Shen Ruo lo escuchó sin problemas, cuando este constaba sus ideas salvajes, Shen Ruo no le decía que era fantasioso, sino que le ayudaba a pensar en cómo hacer realidad esas ideas, para que fueran más aceptables, útiles y cercanas a lo que quería.
Después de hablar, Qui ge’er incluso sintió que su maestro era como su confidente y se mostró reacio a separarse de él.
Shen Ruo le pidió que no le despidiera y, tras unos consejos más, siguió a Liu Lanxiang para irse juntos del lugar.
—Madre, es mi culpa que haya tenido que venir tan tarde a buscarme porque se me olvidó la hora. —Shen Ruo se sentía extremadamente impotente. Cuando era niño, su abuela lo llamaba si no regresaba a casa a la hora de la cena, y ahora que ya es un adulto sigue igual. De todos modos, disculparse es lo correcto.
—Nuonuo me dijo que estabas tan ocupado que ni te acuerdas de comer, no le creí y pensé que estaba exagerando, pero como ya es muy tarde pensé en que probablemente tendrías hambre y que deberías volver para la cena. ¿Cómo te fue?
Shen Ruo sonrió y emitió una risa nerviosa.
—Nuonuo, ¿no está enojado, verdad?
Shen Ruo se puso a pensar en que no le había prestado atención a Gu Yun. Aunque Gu Yun se tomó un descanso para estar con su familia, él seguía centrado en su trabajo y asuntos propios, pensando en que como la noche es larga, no importaba si estaba ocupado durante el día.
Liu Lanxiang no respondió a su pregunta ni dijo nada más.
Shen Ruo comprendió que su esposo debía de estar triste. Los únicos que pueden entender las micro expresiones de Gu Yun son los que están cerca de él, por lo que Shen Ruo las conoce muy bien.
Shen Ruo no pudo evitar pensar en la cara triste de Gu Yun, que aunque daba un poco de lástima, también era linda.
—Veo que has adelgazado, la comida casera es buena y he aprendido nuevas recetas, así que voy a vigilar que comas más —dijo Liu Lanxiang.
El corazón de Shen Ruo ya estaba en su hogar.
En cuanto llegó a casa, vio a Gu Yun abrazando a Xiao Wonton bajo la luz de las velas, dándole de beber leche de vaca con una cucharita.
Sin esperar a que Shen Ruo se acercara, dejó de inmediato el cuenco en la mesa y en dos o tres pasos le entregó a Xiao Wonton. Ahora Shen Ruo tenía al bebé en brazos.
—Nuestro niño te extraña, ¿por qué volviste tan tarde?
Shen Ruo frunció los labios, sintiendo que ahora era como un esposo ocupado en el trabajo que dejaba solos a su esposa e hijo en casa.
Como es natural, Xiao Wonton extraña a su papá cuando no lo ve por mucho tiempo, pero Shen Ruo sabe que Gu Yun está usando al bebé para decir que lo extraña.
La sutileza y franqueza ocasionales de un erudito resultan muy conmovedoras.
—Volví justo a tiempo para la cena, no es muy tarde. Llegue en el momento adecuado. —Shen Ruo sonrió e inclinó la cabeza.
Gu Yun: «...».
Liu Lanxiang los llamó a ambos y tomó a Xiao Wonton de los brazos de Shen Ruo.
—Está bien, siéntense y coman rápido, pronto hará más frío.
El bebé comenzó a sentir sueño después de beber su leche, como si la leche fuera un somnífero. Antes, cuando su abuela quería llevárselo cuando su padre estaba presente, él habría mostrado resistencia, pero como ahora tenía mucho sueño, se quedó dormido después de que lo mecieran dos veces.
Shen Ruo se sentó junto a Gu Yun después de que los otros se fueron y miró su rostro.
—Solo estaba bromeando —susurró—. Esta vez estaba tan absorto en la conversación que olvidé la hora. Volveré más temprano la próxima vez, ¿está bien?
Gu Yun lo miró, con un poco de acusación en la mirada, como si preguntara: ¿La próxima vez?
Sin esperar a que Gu Yun dijera algo, Shen Ruo se apoyó en su hombro y dijo:
Mañana no saldré, me tomaré el día libre y me quedaré en casa contigo, ¿de acuerdo?
Gu Yun levantó las cejas y lo miró, en los últimos días, su esposo ha estado hablando con mucha gente del pueblo, yendo de aquí para allá, entregando regalos, explicando métodos, dando consejos o cualquier otra cosa. Sabe que no es del tipo de persona que le gusta rechazar a los demás, por lo que recibía a cualquiera que tuviera buenas intenciones, esto es tan así que Gu Yun siente que si hubiera ido con él a la fábrica de Qui ge’er, aunque hubiera estado a su lado, no le prestaría atención.
No es hombres estar celoso, pero Gu Yun no pudo controlar la molestia en su corazón.
Pero como su esposo hizo la propuesta, Gu Yun dijo:
—Mañana les cerraremos la puerta a cualquier visitante.
Después de la cena, los tres limpiaron juntos y Liu Lanxiang se llevó a Xiao Wonton a su habitación.
La noche les pertenece a los dos solos, la mecedora de ratán enviada por Qiu ge’er es muy cómoda para tumbarse en ella, por lo que descansaron ahí mientras digerían la comida, y el viento fresco que sopla en la noche es el adecuado para alejar el calor de las mejillas.
La fresca brisa nocturna les quitó el calor de las mejillas. Era tan cómodo que ambos lo disfrutaron sin hablar.
Lo único que se oye en sus oídos es el sonido del viento y de los insectos y pájaros del campo, y a lo lejos se oyen los ladridos de los viejos perros amarillos a la entrada del pueblo.
—Nuonuo...
—Esposo.
Abrieron la boca al mismo tiempo.
Había linternas colgando bajo el alero de la casa, y la luz anaranjada y rojiza de las velas se reflejaba en los ojos de Shen Ruo, lo que hacía que los ojos de éste brillaran mucho, y que su mirada fuera extremadamente cálida.
Gu Yun lo miró fijamente y, por un momento, dejó de lado lo que quería decir.
La respiración superficial de Shen Ruo lo rozó, intercambiando naturalmente un beso.
Shen Ruo entrecerró los ojos y se lamió los labios, con un tono casi provocativo preguntó:
—¿Otra vez?
¡No es el mismo Shen Ruo que no podía recuperar el aliento cuando besaba!
Gu Yun susurró algo.
Inmediatamente después, tomó a su esposo de la mano y lo condujo al interior de la casa.
No había luz en la habitación y, una vez dentro, quedaron sumidos en la oscuridad.
La luz de las linternas del exterior brilló lentamente a través del papel de la ventana en un halo nebuloso, y cayó justo sobre el cuerpo de Shen Ruo.
Gu Yun bajó la cabeza y lo besó con fuerza.