Capítulo 2. Tres personas se convierten en fantasmas (2/9): ¿Cómo podría explicar que fue teletransportado a este lugar y que no es un fantasma?
A NAN ZHOU LE DOLÍA la cabeza… Hace unos momentos despertó abruptamente, él estaba durmiendo apoyado en la ventana cuando se asustó por el grito aparente de una niña, e incluso se golpeó la cabeza.
Le dolió.
Después de despertarse, vio un extraño hongo frente a él.
Nan Zhou tardó un tiempo en darse cuenta que no estaba soñando.
—En segundo —El hongo estaba muy conforme con el silencio sepulcral que reinaba en el autobús, subiendo y bajando su sombrero con ligereza, mostrando un espectáculo agradable—. Entre ustedes hay tres fantasmas.
Sus palabras fueron impactantes, y a pesar de la tez ceniza de los jugadores, el hongo señaló al hombre que estaba sentado atrás, con la “papilla” todavía deslizándose de su cuello hasta su hombro.
—Resulta que él no era uno de ellos.
El hongo utilizó al difunto como ejemplo, pero en pocos segundos, el cuerpo desapareció. Entonces, un micelio grisáceo se extendió por los brazos y piernas en descomposición para penetrar en las costuras y huecos de los asientos, extendiéndose hasta donde estaba cubierto de sangre, como un carroñero hambriento.
El hongo estaba muy satisfecho con sus expresiones, hasta que vio a Nan Zhou.
Vio de reojo como Nan Zhou, con un llamativo sonrojo, dormía apoyado en la ventana, también habían algunos mechones de su rizado cabello de longitud mediana que sobresalen. Abrió los ojos y continuó observando al hongo, parecía que su curiosidad era mayor que su miedo.
El hongo se sintió inexplicablemente ofendido…
Nan Zhou se dio cuenta de que el hongo lo estaba mirando, así que le recordó amablemente:
—Acabas de terminar de decir el segundo punto.
El hongo: “...”.
Sacudió su sombrero con pesar y lo acomodó bruscamente con su manita, alejándose por completo de Nan Zhou.
—Tercero, los fantasmas se ven como ustedes. Tienen el sentido común de una persona normal, la misma estructura física y respuestas fisiológicas, por lo tanto, espero que puedan saltarse el paso de atacarse entre sí y comenzar a dialogar de manera civilizada.
Mientras hablaba, el hongo intentó juntar sus regordetas manos, pero estas apenas se tocaban.
—¡Sin embargo, los jugadores no tienen por qué decidir tan pronto! No es tan difícil ganarle a los fantasmas, verán, en resumen ustedes tienen derecho a tres votos y pueden formar equipos de tres. Siempre que haya mínimo tres personas, no hay problema si son más, podrán confiar en su criterio como equipo para determinar quiénes son los fantasmas. Una vez que hayan llegado a un consenso como equipo, simplemente usen a su sospechoso como objetivo de voto…
El hongo sacó unos “brazaletes de plata”, mostró dos exactamente iguales, las alineó y juntó de manera visible frente a ellos, creando unas esposas. Estas esposas metálicas emitieron un breve sonido metálico, como el de una credencial que pasa por un lector.
El hongo aplaudió alegremente, y los brazaletes que usó como demostración se convirtieron en polvo.
—Si tres jugadores tocan el mismo brazalete, el dueño de este será juzgado automáticamente como un fantasma. Por supuesto, el sistema determinará si lo hiciste consciente o inconscientemente, y no hay límite de errores accidentales.
»Antes de que termine el juego, los fantasmas no podrán matar a los jugadores a excepción del voto. Pasarán por seis túneles antes de que lleguemos al final, eso significa que tienen seis rondas de votos y seis oportunidades para ganar.
»Después de pasar por un túnel, la votación se cerrará automáticamente, una vez salgamos del túnel, comenzará la nueva ronda. Luego, cuando verifiquen su juicio, la ronda indicará si este fue correcto o no.
—Después de salir del túnel, ¿habrá más hongos de colores?
—Depende de la elección de los jugadores. Si llegan al final y capturan a todos los fantasmas, se considera que los jugadores han ganado. Por otro lado, si los fantasmas ganan, entonces se les quitaran su prohibición y… Es una lástima, si aquel jugador no hubiera muerto les hubiera sido más fácil detectar a los fantasmas en la primera ronda.
El hongo estaba hablando con mucho entusiasmo cuando aquel enfadoso jugador emitió un sonido. Nan Zhou retorció los puños de sus mangas cerca de su nariz y susurró:
—No provoques problemas.
—Ese hongo no es comestible.
El hongo: “...”.
Nan Zhou levantó la cabeza y le dirigió una cortés inclinación hacia el hongo.
—Lo siento, por favor continúa.
Se sintió sutilmente molesto… La evidencia de esto fue que el hongo aumentó su velocidad al hablar y su tono fue extraño cuando terminó.
—Una vez que los fantasmas sean destruidos, su brazalete de monitoreo se convertirá en un objeto común. Se los dejaré como recuerdo. Este juego prohíbe la violencia excesiva e innecesaria, es por eso que les quiero recordar que la manera más efectiva de jugar es votando.
»Una vez finalizado el juego, el sistema otorgará puntos en función a sus contribuciones y determinará su próxima experiencia de juego. Les recomiendo que utilicen el cerebro, este es un juego justo. La duración de este nivel de prueba es de una hora. Entonces… Que tengas un buen partido.
Se escuchó un sonido agudo cuando el hongo se encogió rápidamente hasta convertirse en una hebra de luz y desapareció sin dejar rastro. En el momento en que el hongo desaparece, las esposas que traía en las manos cayeron al suelo, rodando y rebotando junto a los globos de colores.
El autobús permaneció en silencio durante un rato.
Bajo el cielo blanco como la nieve que se veía a través de las ventanas, había tres fantasmas y ocho personas sentadas en el autobús. Era claramente de día, pero todos sentían frío.
El primero en romper el silencio fue el hombre que en un momento había actuado primero, fue a la primera fila y tomó un brazalete de monitoreo. Los demás también se acercaron por sus brazaletes de monitoreo, pero no se atrevieron a ponérselos, limitándose a verse entre ellos.
Esto duró hasta que el hombre de cabello plateado, peinado con una trenza de escorpión, se posicionó tentativamente alrededor de él, recogiendo con cuidado el brazalete de monitoreo y acompañado de una mentalidad valiente, incluso se acercó a mirar el asiento del conductor.
Como era de esperar, el conductor es el único que puede confirmar quiénes son los que originalmente subieron al autobús y quiénes habían desaparecido, pero ahora el autobús no tenía un conductor. Este avanzaba a una velocidad de ochenta kilómetros por hora hacia lo desconocido y este descubrimiento, sin duda, aumentó la helada atmósfera que ya había.
—No pierdan el tiempo.
Como fue el primero en hablar y el primero en intentar caminar hacia el conductor, el hombre recibió múltiples miradas, sintió que estaba asumiendo cierta responsabilidad, así que tosió y les sugirió:
—¿Por qué no nos presentamos primero?
Tomó la iniciativa de comenzar.
—Me llamo Zhao Guanglu, este año cumplo treinta y siete. Vivo en el distrito uno de la comunidad de Zhanghua y trabajó para una empresa de construcción, yo… también estoy divorciado desde hace tres años. —Como el primero en presentarse, no sabía qué más decir, así que agregó—: Fui el segundo en subir al autobús y el conductor me dijo que era el número dos.
Li Yinhang levantó la mano.
—¡Soy la número tres! ¡Yo también soy de Zhanghua!
Ella todavía recordaba el cálido tono con el que la recibió el conductor cuando le dio una palmadita en el hombro y le dijo “eres la número tres”. Inesperadamente, Zhao Guanglu se rascó la cabeza.
—¿Por qué no te vi?
A Li Yinhang se le encogió el corazón y empezó a sudar. Los asientos de los pasajeros del autobús eran demasiado altos, por lo que era fácil bloquear la visión de los demás, además, cuando subió al autobús este hombre estaba durmiendo con el rostro cubierto.
—Mi nombre es Li Yinhang, tengo veinticuatro años y me gradué de la facultad de Finanzas de la Universidad X. Trabajo en la sucursal bancaria de la calle Songzhou, el Banco Guangming, en el área de atención al cliente.
Todos: “...”.
Su nombre es
Li YinhangLi Yinhang se escribe 李銀航, y el carácter 銀 (yín) significa "plata" y "dinero".
y trabaja en un banco. Claramente debe ser un nombre inventado.Li Yinhang: “...”.
A ella nunca le gustó mucho su nombre desde que era niña, principalmente porque sus compañeros no podían evitar reírse cuando ella se presentaba en clase, pero nunca pensó que usarían su nombre para poner en duda su inocencia, así que tuvo que luchar para conseguir pruebas a su favor.
—El Banco Guangming tiene un dormitorio para su personal en el distrito dos de la comunidad de Zhanghua, ¿lo conocen?
—¿En serio…? Realmente no sé nada de eso. —Zhao Guanglu sacudió la cabeza en disculpa y enfatizó—: En cuanto subí al autobús me quedé dormido.
No sé dio cuenta de lo que sus palabras significaban para los oídos de algunos de los jugadores, sobre todo porque al ser la primera persona en tomar la iniciativa de hablar, sus palabras y evaluaciones tenían más peso, y la mirada que muchos tenían sobre Li Yinhang cambió.
Li Yinhang estaba ansiosa en su corazón, pero en su trabajo de atención al cliente había recibido capacitación para organizar sus palabras y no perder el control del habla ante el peligro, de lo contrario, lloraría con cada crítica que le hicieran.
—Después de que subí, hablé con algunas personas. ¿Lo recuerdan?
No tenía muchas esperanzas, había hablado con muchas personas en el autobús, pero mantuvo la voz baja por miedo a despertar a los que estaban dormidos. Además, varias de ellas ya se habían bajado del autobús y parecía que ninguno de los presentes tenían alguna impresión de ella.
Efectivamente, nadie testificó a su favor.
En medio de un silencio ensordecedor, Li Yinhang recitó la evidencia de que había estado en este autobús desde el principio.
—El autobús pasó por un restaurante de pescado en escabeche de la familia Long, en la calle de comida número 31, y finalmente pasó el puente del río…
Cuanto más hablaba, menos respuesta recibía. Tenía más miedo y se sumía en la duda, tal vez fuerza la única que se dio cuenta de que había demasiada gente en el autobús en el momento en que atravesó un túnel. ¿Pensarían los demás que los fantasmas ya estaban en el autobús? ¿Creerían lo que estaba diciendo ahora?
—Está bien… —Alguien interrumpió a Li Yinhang cuya voz había comenzado a temblar. El hombre de cabello plateado con una trenza de escorpión que era considerado una “belleza”, se puso de pie y la miró, con sus ojos gris pálidos llenos de gentil aliento—. Ella ha estado sentada detrás de mí desde que subí al autobús.
En cuanto Li Yinhang lo escuchó, sintió que el sudor en su cuerpo disminuye.
Ninguno pudo evitar suspirar de alivio, tal vez estaban tan ansiosos por atrapar a los fantasmas que su mentalidad quería atrapar rápido a los fantasmas, pero no tendrían por qué identificarlos tan pronto.
Alguien se quejó:
—¿Por qué no lo dijiste antes?
—Según las reglas, tenemos que formar equipos. No quería decidirme por un equipo tan rápido —dijo el hombre—, después de todo, si hablo por ella, a los ojos de los demás, es como si ella y yo estuviéramos en un equipo. Quería esperar y ver qué pasaba primero.
Su actitud al hablar era muy modesta, su tono y comportamiento también te hacían pensar en una brisa primaveral.
—Me llamo Jiang Fang —se presentó—. Tengo 25 años y mi padre es ucraniano, creo que debería ser considerado un ejemplo de la gran amistad entre China y Ucrania.
Li Yinhang finalmente vio su rostro.
Es un hombre mestizo, sus rasgos faciales, especialmente la nariz y los ojos, tiene una fuerte belleza rusa, mientras que la mitad inferior de su rostro tiene encantadores rasgos orientales, especialmente sus finos y rojos labios. Si no fuera por la situación especial, no habría nadie que no dejará volar su imaginación ante su belleza.
Continuó:
—Regresé a China hace poco porque mi madre falleció. Quería ver la ciudad donde ella creció, así que alquilé un departamento en Donghua.
La señorita de la primera fila que despertó a Nan Zhou con un grito, preguntó en voz baja:
—Yo también vivo en los departamentos de Donghua. ¿Por qué no te vi cuando subí al autobús?
—Subí por la puerta trasera y vivo en una zona llena de extranjeros. —Jiang Fang señaló la puerta de emergencia en la parte trasera del autobús y le preguntó a Li Yinhang—: ¿Me viste?
Li Yinhang no tenía ninguna impresión de cuando Jiang Fang se sentó frente a ella, pero sabía que si no seguía sus palabras, ella seguiría siendo un objetivo. Para salir de este aprieto, asintió vagamente.
Zhao Guanglu estaba muy alerta.
—¿Cuál es tu número?
Jiang Fang estaba muy tranquilo.
—¿Deberíamos tener un número?
«¿Qué quiere decir?».
Zhao Guanglu miró a la señorita que también subió al autobús en el distrito de Donghua. La señorita negó con la cabeza y dijo que no. Zhao Guanglu pensó por un momento y comprendió la razón.
Mientras dormía, había sentido que la gente caminaba con frecuencia al subir y bajar del autobús. Los departamentos de Donghua estaban muy cerca del puente que cruza el río, si había demasiada gente subiendo y bajando del autobús, el conductor podría haber renunciado a decirle a cada uno su orden de embarque para evitar la molestia de registrar a cada uno.
En otras palabras, no tenía sentido informar su número.
No había nada más que preguntarle a Jiang Fang. Entonces Zhao Guanglu pensó en otra persona sospechosa en el autobús, miró a su alrededor y descubrió que el hombre había desaparecido nuevamente.
Zhao Guanglu: “...”.
Mientras la atención de todos se centraba en la última fila, Nan Zhou se recostó en su asiento y buscó a tientas, buscando a través de la grieta de la silla el único brazalete de monitoreo que se había atorado debajo del asiento.
Bajó la cabeza para colocarse el brazalete de monitoreo y el metal duro y frío rozó el tatuaje de mariposa negra que tenía en la parte interior de la muñeca derecha, giró el brazalete de monitoreo y pensó en las cosas. De repente, Nan Zhou tuvo la sensación de que alguien lo estaba espiando, apoyó la cabeza en el reposacabezas del asiento de un lado y miró hacia atrás. Luego, enterró la mitad de su rostro entre sus brazos levantados y dejó escapar un pequeño suspiro.
No es de extrañar que se sintiera así… Era porque casi todos en el autobús lo miraban fijamente, se sentó en la primera fila, apareció abruptamente y reaccionó anormalmente cuando vio al hongo. Incluso Nan Zhou pensó que él era el más sospechoso.
—Me llamo Lou Yan —se presentó Nan Zhou, naturalmente y con aire frío—, tengo veintiséis años y soy profesor en la escuela secundaria número dos de Longtan. Suelo vivir en el distrito de Longtan, pero ahora en vacaciones decidí venir a visitar a unos familiares.
Después de varias presentaciones, poco a poco los demás se volvieron más valientes.
—¿Cuándo subiste al autobús?
—¿Por qué no parecías tener miedo?
—¿Cómo puedes demostrar que tus palabras son verdaderas?
Esas tres preguntas requerían una explicación razonable.
¿Cómo podría explicar que fue teletransportado a este lugar y que no es un fantasma?
Es un hombre mestizo, sus rasgos faciales, especialmente la nariz y los ojos, tiene una fuerte belleza rusa, mientras que la mitad inferior de su rostro tiene encantadores rasgos orientales, especialmente sus finos y rojos labios. Si no fuera por la situación especial, no habría nadie que no dejará volar su imaginación ante su belleza.
Continuó:
—Regresé a China hace poco porque mi madre falleció. Quería ver la ciudad donde ella creció, así que alquilé un departamento en Donghua.
La señorita de la primera fila que despertó a Nan Zhou con un grito, preguntó en voz baja:
—Yo también vivo en los departamentos de Donghua. ¿Por qué no te vi cuando subí al autobús?
—Subí por la puerta trasera y vivo en una zona llena de extranjeros. —Jiang Fang señaló la puerta de emergencia en la parte trasera del autobús y le preguntó a Li Yinhang—: ¿Me viste?
Li Yinhang no tenía ninguna impresión de cuando Jiang Fang se sentó frente a ella, pero sabía que si no seguía sus palabras, ella seguiría siendo un objetivo. Para salir de este aprieto, asintió vagamente.
Zhao Guanglu estaba muy alerta.
—¿Cuál es tu número?
Jiang Fang estaba muy tranquilo.
—¿Deberíamos tener un número?
«¿Qué quiere decir?».
Zhao Guanglu miró a la señorita que también subió al autobús en el distrito de Donghua. La señorita negó con la cabeza y dijo que no. Zhao Guanglu pensó por un momento y comprendió la razón.
Mientras dormía, había sentido que la gente caminaba con frecuencia al subir y bajar del autobús. Los departamentos de Donghua estaban muy cerca del puente que cruza el río, si había demasiada gente subiendo y bajando del autobús, el conductor podría haber renunciado a decirle a cada uno su orden de embarque para evitar la molestia de registrar a cada uno.
En otras palabras, no tenía sentido informar su número.
No había nada más que preguntarle a Jiang Fang. Entonces Zhao Guanglu pensó en otra persona sospechosa en el autobús, miró a su alrededor y descubrió que el hombre había desaparecido nuevamente.
Zhao Guanglu: “...”.
Mientras la atención de todos se centraba en la última fila, Nan Zhou se recostó en su asiento y buscó a tientas, buscando a través de la grieta de la silla el único brazalete de monitoreo que se había atorado debajo del asiento.
Bajó la cabeza para colocarse el brazalete de monitoreo y el metal duro y frío rozó el tatuaje de mariposa negra que tenía en la parte interior de la muñeca derecha, giró el brazalete de monitoreo y pensó en las cosas. De repente, Nan Zhou tuvo la sensación de que alguien lo estaba espiando, apoyó la cabeza en el reposacabezas del asiento de un lado y miró hacia atrás. Luego, enterró la mitad de su rostro entre sus brazos levantados y dejó escapar un pequeño suspiro.
No es de extrañar que se sintiera así… Era porque casi todos en el autobús lo miraban fijamente, se sentó en la primera fila, apareció abruptamente y reaccionó anormalmente cuando vio al hongo. Incluso Nan Zhou pensó que él era el más sospechoso.
—Me llamo Lou Yan —se presentó Nan Zhou, naturalmente y con aire frío—, tengo veintiséis años y soy profesor en la escuela secundaria número dos de Longtan. Suelo vivir en el distrito de Longtan, pero ahora en vacaciones decidí venir a visitar a unos familiares.
Después de varias presentaciones, poco a poco los demás se volvieron más valientes.
—¿Cuándo subiste al autobús?
—¿Por qué no parecías tener miedo?
—¿Cómo puedes demostrar que tus palabras son verdaderas?
Esas tres preguntas requerían una explicación razonable.
¿Cómo podría explicar que fue teletransportado a este lugar y que no es un fantasma?