Capítulo 6. Eso es culpa de él; Debe escribir una carta de amor conmovedora
Capítulo 19. Soy un completo idiota. Nunca nieva en la montaña inmortal de Yuanlu, así que...
Laie Che ha trabajado como transmigrador de libros durante dieciséis años y medio, desde que murió en un accidente a los cinco años y fue incorporado a la Administración de Transmigración de Libros por el sistema.
Transeúnte A, carne de cañón B, extra C y bandido D... Él utiliza a estos pequeños personajes discretos para transmigrar a través de varios mundos con lagunas, llenando los vacíos del libro poco a poco, como
Jingwei精衛 [Jīng wèi]: Espíritu guardián en forma de pájaro de la mitología China que se transformó a partir de Nuwa, una diosa de la mitología china, la cual se ahogó mientras jugaba en el Mar del Este y de ahí renació (se transformó) en ave.
llena el mar. Lleva dieciséis años trabajando con diligencia y esmero.Xie Chen nunca pensó que fracasaría algún día.
Sin embargo, todavía está a tiempo de todo: si se va de este mundo y le delega esta tarea de mierda a otra persona, ¡no tendrá que quedarse aquí para tener un bebé!
Xie Chen tiró de la cortina de la litera con fuerza hasta que ya no pudo ver ese rostro frío. Finalmente, respiró aliviado, buscó en su pecho y sacó un talismán con la palabra “supervisor” escrita en él, lo encendió y lo guardó.
Este es un talismán para contactar con sus superiores. Cada persona que entra en un libro puede traer tres de estos talismanes para pedir ayuda a sus jefes en momentos de emergencia.
El talismán se quemó rápidamente. Xie Chen bajó la voz y dijo apresuradamente:
—Llamando al supervisor, llamando al supervisor. Soy Xie Chen. ¡Tengo una emergencia!
Tras esperar un largo rato, el talismán se quemó y solo quedó una voluta de humo verde. El humo verde se transformó lentamente en un rostro humano que abrió la boca y dijo:
—Su supervisor no está, soy Lao Li.
Xiao小 [Xiǎo]: Pequeño. Honorifico que se usa para referirse a personas que son más jóvenes que uno.
Xie, ¿qué ha pasado?«¿Por qué tenía que ser el viejo Li? Es de los más despistados». Xie Chen estaba tan nervioso que estaba a punto de salirle humo por la cabeza. Le contó rápidamente todo lo sucedido anoche al viejo Li. Se sentía cada vez más agraviado conforme hablaba y estuvo a punto de derramar lágrimas.
—Quiero volver. El protagonista gong me está intimidando.
Tras escuchar sus palabras, el viejo Li frunció el ceño y dijo con voz grave:
—Xiao Xie, tú bien sabes que solo el supervisor tiene la autoridad para sacarte de este mundo, pero ha estado muy ocupado estos días y varios protagonistas del mundo literario se han vuelto malvados para destruir el mundo. El supervisor no tiene tiempo, así que deberás esperar unos días más.
«¿Esperar unos días más?».
Si se queda por más tiempo, tendrá que dar a luz.
Xie Chen se cubrió los labios para contener las lágrimas y lo miró con ansiedad.
—Pero, pero, ¿cuánto tiempo tengo que esperar?
—En un plazo de diez a treinta días laborables me pondré en contacto contigo. —El viejo Li echó un vistazo al exterior de la litera y dijo con voz grave—: ¿No planeas jubilarte después de esta misión? Haz lo mejor que puedas durante ese tiempo. Si Shen Yuheng y Xuan Qing se enamoran y tienen un hijo, tu misión habrá terminado.
«No es tan fácil, Shen Yuheng ni siquiera me escuchó».
Pero Xie Chen podría soportarlo durante diez o treinta días.
Quería pedirle al viejo Li más
dedos dorados金手指 [Jīn shǒuzhǐ]: Significa que la trama va a beneficiar al personaje, no importa lo irracional que sea. Un equivalente es “tengo el guion de mi lado”.
, pero el humo verde frente a él se disipó de repente, se terminó el contacto de emergencia y solo quedaron Xie Chen, que estaba luchando solo dentro de la litera, y Shen Yuheng, que era feroz, aterrador y frío, estaba fuera de ella.Además, acababa de hablar mal de él.
Xie Chen quería llorar aún más.
«¡Viejo Li, por favor, llévame contigo!».
«Si lo hubiera sabido, habría hablado más bajo cuando hablé mal de Shen Yuheng. ¿Qué debo hacer ahora? Shen Yuheng debe de estar muy enojado. Podría matarme con su espada en cuanto salga de esta litera».
En el libro original, Shen Yuheng era un perfeccionista que no podía tolerar la más mínima gota de arena en sus ojos. ¿Cómo podía permitir que un cultivador demoníaco que arruinaría su reputación viviera?
Además, Xie Chen había bebido las Lágrimas de Nuwa, por lo que probablemente había un poco de estas en su estómago. Por fortuna, Shen Yuheng no conocía la existencia de las Lágrimas de Nuwa y probablemente pensó que anoche había bebido algo parecido a un afrodisíaco.
En resumen, no debe permitir que Shen Yuheng se entere de este asunto, de lo contrario habrá dos muertos y un cadáver...
«¿Quién puede ayudarme?».
«O... Tal vez debería usar el otro talismán de emergencia».
Justo cuando Xie Chen sacaba el segundo talismán, una voz fría sonó de repente desde el exterior de la litera.
—¿Cuánto tiempo seguirás así?
Tan pronto como terminó de hablar, Xie Chen se estremeció violentamente y se dio cuenta de que todavía estaba desnudo. Su rostro se puso rojo al instante y se puso la ropa rápidamente.
Sin embargo, el tono de Shen Yuheng era tranquilo, como si no estuviera muy enojado.
No es de extrañar que estuviera esperando fuera de la litera. Resultó que estaba esperando a que se pusiera la ropa. Parecía que Shen Yuheng no era tan cruel después de todo.
Tal vez, si hubiera hablado con calma con Shen Yuheng, este lo habría dejado marchar. Al fin y al cabo, no fue culpa suya lo que pasó anoche. Todo fue porque Shen Yuheng lo había estado obligando a beber “agua”, y entonces sucedió algo inesperado.
Una pequeña llama de esperanza se encendió en el corazón de Xie Chen. Levantó la cortina de la litera y quiso hacer las paces y razonar con Shen Yuheng, pero unas manos invisibles le ataron de repente con unas cadenas antes de que pudiera abrir la boca.
Xie Chen: “¿...?”.
Se quedó atónito por un momento, luego miró hacia arriba y vio a Shen Yuheng sacudir con indiferencia la llave de los grilletes y meterla lentamente en su camisa.
—¿Qué estás haciendo? —Xie Chen lo miró con incredulidad y sacudió los pesados grilletes que tenía en las manos. Hay una cadena de plata, con un extremo atado a los grilletes y el otro en la mano de Shen Yuheng.
Shen Yuheng lo miró con indiferencia, agarró la cadena de plata con la mano y tiró de Xie Chen hacia su lado.
—Por supuesto, te llevaré de regreso a la secta y te encerraré hasta que me digas los planes y trucos de Chu Sining.
«¡Qué indignante!».
A Xie Chen ni siquiera le importaba tener miedo y su rostro enrojeció de ira.
—Eres irrazonable —dijo enojado—. Solo soy un cultivador demoníaco común y corriente encargado de entregar agua, ¿cómo voy a saber de alguna conspiración? Anoche me obligaste a beber el agua y me hiciste... esas cosas. ¡Ni siquiera te disculpaste! Eres... ah.
¿Cómo podría conocer los secretos del villano Señor Demonio? Cuando Xie Chen transmigró a la novela, solo echó un vistazo general de la trama relacionada con la misión. Pensó que podría retirarse después de entregar las Lágrimas de Nuwa, pero no esperaba que fuera tan problemático. Además, incluso si conociera la trama, la primera regla del código de ética de los empleados establece claramente que las personas que transmigran a un libro no pueden revelarla.
Shen Yuheng miró a Xie Chen en silencio. Cuando sus ojos se posaron inadvertidamente en la marca roja desconocida en el cuello blanco como la nieve, se detuvo por un momento y rápidamente miró hacia otro lado.
Tras un rato, frunció los labios y susurró:
—Lo siento.
Al oír esto, Xie Chen estuvo a punto de atragantarse con su propia saliva.
Shen Yuheng se había disculpado de verdad. De repente, se le ocurrieron un montón de malas palabras, pero no supo cómo continuar.
—Ahora que me he disculpado, cállate y sígueme. —Shen Yuheng apretó la cadena de plata, agarró a Xie Chen de la mano y dijo con frialdad—: De lo contrario, ya conoces las consecuencias.
Xie Chen: “¿...?”.
«¿Estoy alucinando? ¿La expresión de Shen Yuheng cambió tan rápido? ¿Así es como cambia la expresión cuando pasamos las páginas de un libro?».
—¡No! —Xie Chen recuperó el sentido y quiso luchar, pero no pudo deshacerse de las cadenas que tenía en las manos ni resistir el poder del primer espadachín Inmortal. Estos grilletes parecían limitar el poder mágico del cultivador demoníaco, y después de ponérselos, no pudo utilizar su magia demoníaca.
Al ver que no podía liberarse, Xie Chen tuvo que apelar a sus emociones y a su razón, intentando lanzar un ataque mental.
—Aunque te disculpes, no te perdonaré. Esto no es una disculpa para mí. Como espadachín número uno de la Secta Yuanlu y discípulo del maestro de la Secta, ¿no te da vergüenza hacer algo así?
Tan pronto como terminó de hablar, Shen Yuheng dejó de caminar, se dio la vuelta lentamente y esbozó una sonrisa escalofriante.
—Entonces, ¿no te aconsejé ayer que no le contaras a nadie sobre esto?
Incluso su identidad es muy clara: en verdad es un confidente muy apreciado por Chu Sining.
Al encontrarse cos sus ojos fríos, Xie Chen recordó instantáneamente la escena de la noche anterior en la que sus manos fueron sujetas y presionadas contra la litera, por lo que se estremeció.
—Yo... yo...
Shen Yuheng no tenía intención de dejarlo ir. En lugar de eso, se acercó y miró directamente a los ojos de Xie Chen.
—Además, me mentiste primero. ¿De verdad había agua pura en la tetera?
«Si sabe que hay algo más en esa tetera, pero prefirió bebérsela él mismo en lugar de decírmelo, entonces no debería culparme por mi ignorancia y por no ser misericordioso».
Xie Chen fue honesto a medias.
Como transmigrador, no puede decir que hay lágrimas de Nuwa en la tetera, porque si lo hiciera, afectaría a la dirección de la trama.
¿Cómo podía saber que Xuan Qing no estaba en la litera? Si Xuan Qing estuviera allí, podría obligarlo a beberlas. Después de eso, la misión habría terminado y, naturalmente, no habrían sucedido cosas trágicas.
Cuanto más pensaba Xie Chen en ello, más molesto se sentía. Sin pensarlo, se golpeó la cabeza con la mano, pero se le olvidó que traía grilletes y se golpeó con el metal, lo que le hizo jadear de dolor.
—No tiene sentido que te hagas daño, ven aquí.
—Oh...
Mirando a Xie Chen, que lo seguía obedientemente, las pestañas de Shen Yuheng se agitaron y resopló suavemente.
«Es tan estúpido... ¿No tiene miedo de que me lo lleve a la secta y lo torture?».
Tras una pausa, Shen Yuheng frunció el ceño, extendió la mano y cubrió el chupetón que le recordaba lo sucedido con Xie Chen, subiendo la solapa de su camisa.
«¿Cómo es que hay tanta evidencia que es difícil de destruir?».
Al verlo acercarse, Xie Chen encogió el cuello. El lugar que tocó le picaba un poco, pero no podía rascarse porque trae grilletes, así que solo pudo resistirse en silencio.
—No me toques...
Con las yemas de los dedos suspendidas en el aire, Shen Yuheng retiró la mano y dijo con indiferencia:
—No te preocupes, ten por seguro que lo que pasó anoche nunca volverá a suceder.
Después de todo, él es un hombre y su autoestima debe de haber sufrido por lo sucedido anoche, así que estaba tan asustado y se encogió, negándose a que lo tocara.
«Esto, fue culpa suya».
Sin embargo, antes de regresar a la secta, Shen Yuheng todavía tenía una cosa que hacer.
Al parecer, confundieron a cierto tonto con una novia, lo sentaron en una litera y lo enviaron al Palacio Demoníaco. Cuando se despertó temprano por la mañana y rompió la formación, descubrió que Xuan Qing y la litera habían desaparecido.
Aunque no quería preocuparse por la vida o la muerte de Xuan Qing, no tenía más opción que considerarlo su Shidi y asegurarse de que estuviera vivo o muerto para poder informar de lo ocurrido a su regreso a la secta; de lo contrario, no sabría cómo explicarse.
—¿Dónde está el Palacio Demoníaco?
Xie Chen se quedó atónito por un momento y señaló el palacio más alto y grande al este.
—Es la casa más alta al este de la ciudad de Wuyue. ¿Qué vas a hacer?
Shen Yuheng lo miró, sacó un trozo de papel de su anillo de almacenamiento y dijo con calma:
—Cállate.
Xie Chen se puso de puntillas y miró por encima del hombro. Parecía que estaba escribiendo una carta para Chu Sining y que quería enviarla al palacio.
«¿Cómo es esto posible? Shen Yuheng ni siquiera conoce a Chu Sining, ¿por qué quiere enviarle una carta?».
—¿A quién le estás escribiendo?
La curiosidad de Xie Chen ardía nuevamente y se inclinó para echar un vistazo.
Shen Yuheng parecía de buen humor. No solo no le volvió a decir que se callara, sino que incluso respondió a la pregunta de Xie Chen de una manera muy extraña:
—Por supuesto, es para mi Shidi.
Solo hay dos resultados posibles para una persona llevada al Palacio Demoníaco por ocho hombres:
Primera opción: su identidad como discípulo de la secta Yuanlu fue descubierta por Chu Sining, quien le cortó la cabeza con un cuchillo y murió a causa de las heridas.
Segunda opción: su identidad no se reveló y se convirtió en la esposa sustituta de Chu Sining, lo que causó la desgracia de la secta. Por lo tanto, es posible que muera si regresa.
Sea cual sea el resultado, es gratificante. Al pensar en ello, Shen Yuheng notó que el cielo sobre su cabeza parecía más claro y brillante: ¡qué buen día!
Al escuchar sus palabras, los ojos de Xie Chen se iluminaron, como si viera la pajita que le había salvado la vida tomando forma y agitándose hacia él.
«¿Shidi? ¡Xuan Qing!».
«¡Shen Yuheng le está escribiendo una carta a Xuan Qing!».
«Por supuesto que todavía estaba preocupado por Xuan Qing. Después de todo, llevan juntos día y noche en las montañas durante diez años, por lo que su amistad debe de ser profunda e inseparable. Suelen pelear mucho, pero sus verdaderos sentimientos se revelarán cuando llegue el momento oportuno».
«¡Si podemos encontrar a Xuan Qing, hago que se enamoren y tengan un hijo, mi misión estará completa y entonces podré abandonar este mundo automáticamente!».
—Eso es genial, eso es genial... —Xie Chen apretó los dedos con entusiasmo y murmuró para sí mismo.
Shen Yuheng lo miró y preguntó:
—¿Qué pasa?
Xie Chen inmediatamente se tapó la boca y negó con la cabeza.
¡Se calló, se calló y dejó que Shen Yuheng pensara con cuidado, eligiera sus palabras con cuidado y escribiera una carta de amor conmovedora!
Shen Yuheng no sabía lo que estaba pensando. Extrañamente apartó la mirada de él y escribió:
[Xuan Qing, ¡felicidades por tu boda! Que sean felices para siempre. No te preocupes por la secta. Si aún tienes agallas, simplemente muérete ahí].
Después de escribir, Shen Yuheng dejó el pincel con satisfacción y envió la carta usando su poder espiritual.
«Bien».
Regresará y le informará al líder de la secta de que Xuan Qing ha muerto.